Abriendo las puertas al minimalismo

¡Hola!

Somos nuevos en esto, pero nos apasiona aprender sobre algunos temas que nos ayudan a mejorar y que se puedan implementar en la cotidianidad. Nuestra intención es compartir lo que ha sido para nosotros la experiencia de emprender. Ese camino del que muchos hablan y también muchos tomamos como la vía para convertir en materia un sueño.

No solo consiste en hablarlo, pensarlo y esperar el momento ideal. Es necesario ponernos manos a la obra, poner a prueba todas esas herramientas propias, que nos impulsan y conducen a salirnos de lo que ya conocemos. Sí, sí, ya lo has escuchado y leído mucho, pero para nosotros ha sido vital recordárnoslo a diario.

En resumen, este sueño surgió con un propósito, el de hacer nuestras vidas más sencillas, más ligeras, dando prioridad a lo que nos facilita algunas tareas. En nuestra búsqueda encontramos el minimalismo como un camino que define eso que aspiramos: que nuestros espacios, los de nuestros clientes y amigos se transformen en el lugar donde se materializan esas ideas más anheladas.

En este camino estamos comprendiendo que, para dar paso a lo nuevo, debemos hacer a un lado lo viejo. El minimalismo es un estilo de vida, que podemos aplicar desde aspectos prácticos en el día a día, por ejemplo, en nuestra forma de trabajar, eso con lo que interactuamos a diario y convertimos en hábito.

Las razones para serlo no comprenden una simple tendencia, es necesario encontrar esa motivación interna (o desmotivación) que nos lleva a plantearnos si realmente vale la pena conservar esos objetos y hábitos que con tanto cuidado conservamos y que día a día alimentamos.

La palabra clave, depurar, como consecuencia aclara las ideas…pero, no hablamos solamente de hacer a un lado lo viejo y que nos resulta anticuado, sino, lo que nos carga y de ciertas formas, genera demanda en tiempo y energía vital.

Pregúntate…

¿Te gusta lo que haces ahora?

¿Te sientes exitoso de los logros que has obtenido?

¿Tienes suficiente tiempo para dedicarle a un hobby?

¿Si lo deseas, podrías irte a vivir a otro país mañana?

Ser minimalista tiene profundas implicaciones sobre todos los aspectos de la vida, también es un aporte que como individuos hacemos al planeta. Como colectivo, pensar en esas formas de ayudar nos moviliza, nos sensibiliza y da razones para adecuar algunos cambios. Para esto, el autor Everett Bogue recomienda tres principios a considerar:

*Sostenibilidad: con pequeños ajustes en la forma de consumo, aportaremos de maneras significativas a que la sostenibilidad se fortalezca. Tomar decisiones conscientes y, sobre todo, ¡actuar!

*Equilibrio: Es comprensible que todos nos encontramos en esas dinámicas colectivas del trabajo duro para obtener recompensas materiales y personales que nos “llenen”. Queremos preguntarte: ¿te das cuenta de tu respiración en este instante? Sabemos que las preocupaciones y el estrés en ocasiones nos agobian, ¿Qué puedes hacer para sentirte tranquilo? Busca espacios para el silencio, la calma y tomar consciencia de tu respiración. ¡Tu mente te lo agradecerá!

*Libertad: Siguiendo en la carrera de tener y tener, ¿has analizado cuantos mensajes recibimos a diario sobre lo que te “falta” o lo que te “completaría”? queremos decirte que por encima de nuevos objetos que nos quitan el aliento tan pronto son lanzamiento en el mercado, piensa…cuanto tiempo tendrás libre si tan solo no fuese “necesario”.

Ser minimalista es la decisión de dejar de gastar y empezar una vida libre. ¿Te apuntas?

Equipo Bezzen.